¿Por qué el transporte es un factor fundamental en el transporte de alimentos perecederos?

El transporte de alimentos perecederos, en el que se incluye el manejo, almacenamiento y distribución de estos productos, está regulado por una serie de leyes internacionales y una normativa legal española que tiene como objetivo asegurar la llegada del producto en buen estado desde el productor hasta el cliente.

¿Por qué toda esta protección?

La respuesta es muy fácil. Los productos perecederos tienen un tiempo de vida muy corto. Su situación es bien diferente a otros productos alimenticios no perecederos como las conservas, las harinas o el azúcar, que van envasados al vacío. Al igual que los congelados, los alimentos perecederos deben contar con una normativa legal que asegure el cumplimiento de procesos logísticos en toda la cadena de transporte.

Diferencias entre alimentos perecederos y no perecederos.

Todos los alimentos deben ser consumidos durante un período de tiempo determinado. Sin embargo, existen dos clases de alimentos, los perecederos y los no perecederos.

Los perecederos comienzan a sufrir rápidamente (en apenas 2 o 3 días) los efectos de agentes externos como la temperatura, la presión o humedad y se descomponen muy fácilmente. Estos productos, como las frutas, la leche y las carnes, necesitan un tratamiento especial. Por ello, deben guardarse y transportarse en frío y respetando la cadena de frío.

Los perecederos deben ser refrigerados a 5 grados o menos, mientras que los congelados deben estar a temperaturas más bajas (-18 grados) para evitar el crecimiento de bacterias en carnes, mariscos o productos lácteos, por ejemplo. Las frutas y verduras se pueden clasificar en una escala intermedia de perecederos ya que, a pesar de necesitar frío, no se deben transportar con temperaturas por debajo de los 5 grados.

En cambio, los alimentos no perecederos no se estropean tan fácilmente. Algunos ejemplos son harinas, las pastas y el azúcar. Estos productos no se deterioran a menos que entren con algún contaminante o una vez cocinados. Por ello, su transporte no radica ningún tratamiento en especial.

Tiempo y distancia, elementos fundamentales.

Asegurar que el transporte de alimentos perecederos llega a tiempo, es ofrecer garantías al consumidor y cliente final. Las hortalizas, naranjas y plátanos son transportados a todas partes del mundo. Un claro ejemplo es Andalucía y la cuenca mediterránea, que se conocen como la huerta de Europa.

Existen otras zonas españolas que también exportan productos como la patata gallega, el pimiento de Padrón o las cerezas del Bierzo que van destinados a mercados como el madrileño, catalán o valenciano. La dificultad aumenta cuanto más alejado se encuentra el producto de donde se comercializa o demanda. Cuando su destino se encuentra en el extranjero, a miles de kilómetros, se utilizan compañías de transporte internacional y empresas de transporte de productos perecederos que aseguran el buen estado de la mercancía y el correcto transporte de estos alimentos.

Normativa legal

Antes comentábamos la obligación del cumplimiento de una serie de leyes que regulan el transporte de productos alimenticios. La más importante y antigua es el Acuerdo sobre Transporte Internacional de Mercancías Perecederas y sobre Vehículos Especiales utilizados o (en adelante, ATP). Esta ley entró en vigor en España en el año 1976 cuando fue ratificado por cinco países europeos.

Desde ese momento, el resto de potencias europeas fueron aprobando el ATP hasta conformarlo 50 países (entre los más importantes se encuentran Rusia, EE.UU., Arabia Saudí, Turquía, Marruecos, Alemania, Francia e Italia). Ha pasado de Europa a alcanzar importancia a nivel internacional.

El documento se revisó hace menos de 3 años, en Ginebra, con una serie de enmiendas sobre vehículos especiales. La idea es concentrar, en una sola ley, a todo el personal de carga, a proveedores, empresas de transporte y mercancías, y entidades, para asegurar el cumplimiento de la cadena de frio y todos los procesos obligatorios sobre el frío y el manejo de los alimentos.

Ventajas del transporte de mercancías.

El transporte de mercancías asegura rapidez y adaptabilidad a la hora de cumplir la ATP. Debemos recordar que este documento estipula el cumplimiento de la cadena de frío en todo momento, lo que mejora el transporte de alimentos perecederos. Por ello, es fundamental contar con camiones que tengan cámara refrigerada y sean vehículos isotermos.

Da igual que sea una furgoneta o un camión de 12 metros, el frío es el mejor aliado para el transporte de productos perecederos, ya que ralentiza su caducidad. Contar con una flota moderna y camiones frigoríficos especializados en el transporte de frío, aseguran un correcto aislamiento mediante paneles, puertas y piso aislante del exterior.

De esta forma, el producto mantiene todas sus propiedades, desde que se cultiva hasta que llega al consumidor final. Por último, tampoco podemos olvidar que el manejo de los operarios también es importante para el envío y manipulación de la mercancía. Contar con una empresa de logística y transporte que asegure operarios cualificados y pilotos comprometidos con la entrega, es la mejor forma de asegurar una fruta de calidad y las mejores verduras en nuestro plato.

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